Una situación tan inesperada como emotiva tuvo lugar este jueves por la tarde en el barrio Unimev, de Guaymallén, Mendoza, donde dos efectivos de la Policía asistieron a una mujer que entró en trabajo de parto en plena vía pública.
Todo ocurrió pasadas las 14.30, cuando un llamado al 911 alertó que una mujer de 36 años estaba a punto de dar a luz en la zona de las torres del mencionado barrio. Ante la urgencia, se desplazaron al lugar el Principal Nicolás Utrera y su compañera, la Auxiliar Segunda Jésica Morales, ambos integrantes de la Comisaría 44°.
Al llegar, los policías se encontraron con la mujer, quien estaba acompañada por su esposo y familiares. La situación era crítica: ya había roto bolsa y presentaba fuertes contracciones. El parto era inminente y no había tiempo para un traslado hospitalario.
Con rapidez y decisión, los efectivos improvisaron un área segura utilizando mantas y se prepararon para asistir el nacimiento. Mientras Morales contenía emocionalmente a la madre primeriza, fue el propio Utrera quien recibió al bebé, un niño que nació en perfectas condiciones.
"En mis 17 años en la Policía, nunca viví algo así", confesó luego el Principal Utrera, visiblemente emocionado. Su compañera, con una década de experiencia en la fuerza, también expresó que fue una experiencia única en su carrera.
Poco después, una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado llegó al lugar. El equipo médico revisó a la madre y al recién nacido, y los trasladó al Hospital Italiano, donde quedaron internados para controles de rutina, ambos en perfecto estado de salud.
Más tarde, los dos efectivos visitaron a la familia en el hospital. El bebé fue llamado Filippo y pesó 3,300 kilogramos al nacer.
La intervención de los policías no solo fue clave para resguardar la salud de madre e hijo, sino que también mostró el lado más humano del trabajo policial, que muchas veces trasciende lo estrictamente operativo.




