Una denuncia por antisemitismo sacudió al barrio porteño de Palermo y generó repercusión nacional. La influencer y empresaria de moda Michelle Iman Schmukler aseguró haber sido agredida junto a su bebé de ocho meses por un vecino que la insultó con expresiones antisemitas y le arrojó un objeto metálico.
El hecho ocurrió el sábado al mediodía cuando la víctima se encontraba en el patio de su vivienda. Según su testimonio, el agresor comenzó a gritarle desde una ventana con insultos religiosos, entre ellos "judía" y "ahora encima tenés un hijo judío, qué asco", antes de arrojarle el objeto que no llegó a impactar en ninguno de los dos. Schmukler denunció que, tras el episodio, el hombre reconoció ante la policía lo ocurrido y se lamentó "por no haber tenido puntería".
La familia llamó a los efectivos policiales, pero según la denunciante, la respuesta fue insuficiente: los agentes solo entregaron un botón antipánico y recomendaron mudarse, sin ordenar la detención del vecino. El relato de la víctima se hizo público a través de un video en redes sociales que rápidamente se viralizó y despertó una ola de indignación.
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) intervino de inmediato, presentó una denuncia formal y acompañó a la familia. En un comunicado, la entidad informó que las víctimas se encuentran bajo protección policial y cuentan con su asistencia permanente.
La repercusión del caso llegó al ámbito político. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y la diputada Sabrina Ajmechet se reunieron con Schmukler, quien más tarde confirmó que el presidente Javier Milei también se comunicó con ella. Las autoridades reforzaron la seguridad del edificio donde reside la familia, que ahora dispone de custodia policial. "Ahora sí nos sentimos cuidados", expresó la denunciante.
Fuentes judiciales informaron que la causa fue reasignada a la Fiscalía Especializada en Materia de Discriminación N°13, a cargo de la fiscal Paluch. Los padres del acusado decidieron trasladarlo a otro domicilio "para evitar más problemas". El jefe de la Policía de la Ciudad pidió disculpas a la familia y aseguró que trabajan en conjunto con el Poder Ejecutivo para el seguimiento del caso.
Aunque la familia cuenta con protección y medidas de seguridad, el temor persiste. "Tenemos que mirar por la mirilla para asegurarnos de que él no esté detrás de la puerta", contó el esposo de Schmukler.
El episodio despertó un amplio repudio social y reavivó el debate sobre la respuesta institucional frente a los actos de intolerancia religiosa y antisemitismo en el país.