El policía José Funes, de 40 años, imputado por haber interceptado, disparado ocho veces y herido al ex convicto Federico García Gioia en una transitada arteria de Luján de Cuyo -quien posteriormente murió en el Hospital Central- no será trasladado a un penal, sino que cumplirá prisión domiciliaria en la vivienda de su pareja.
La decisión fue tomada por el fiscal Gustavo Pirrello tras el pedido de la abogada defensora del imputado, Susana Soleti. Durante la tarde del viernes se confirmó la medida luego de verificar que la casa de la mujer de Funes reunía las condiciones necesarias para que el acusado cumpla allí su detención.
Además, la defensa solicitará un cambio en la carátula del caso. Según el planteo de Soleti, no se trataría de un hecho de gatillo fácil, sino que el policía habría actuado en el marco de la ley, dando la voz de "alto" que el ex convicto no habría acatado.
El pedido apunta a que la causa pase de homicidio agravado a exceso en la legítima defensa. Sin embargo, persisten dudas en la investigación, ya que García Gioia no portaba armas al momento de recibir los disparos.