La investigación por el doble femicidio ocurrido en Córdoba y el homicidio del remisero Martín Palacio sumó nuevas pruebas que comprometen aún más a Pablo Laurta, el ciudadano uruguayo acusado de los tres crímenes.
Uno de los videos, registrado el 4 de octubre, muestra a Laurta abordando un micro con total serenidad, una semana antes de matar a su expareja, Luna Giardina, y a su exsuegra, Mariel Zamudio. En las imágenes se lo ve cargando una mochila y un bolso, pagando el pasaje en efectivo y tomando asiento sin demostrar nerviosismo. Según los investigadores, ese viaje tuvo como destino la ciudad de Concordia, Entre Ríos, adonde llegó tras cruzar ilegalmente en canoa desde Salto, Uruguay.
En Concordia, Laurta contactó al remisero Martín Palacio y le ofreció más de un millón de pesos para que lo trasladara hasta Rafaela, en Santa Fe. Otro video, del 7 de octubre, lo muestra llegando a la terminal de esa ciudad y encontrándose con el chofer, con quien mantenía un trato de confianza. Horas después, el auto de Palacio fue visto en una estación de servicio conducido solo por Laurta; el vehículo apareció incendiado días más tarde en Córdoba.
Los investigadores sostienen que, tras asesinar al remisero, Laurta viajó hasta Córdoba y el 11 de octubre mató a su expareja y a su exsuegra, escapando luego con su hijo de seis años. Finalmente, fue capturado el 12 de octubre en un hotel de Gualeguaychú, donde se había alojado tras activar el Alerta Sofía. Según la hipótesis judicial, su intención era regresar clandestinamente a Uruguay en canoa junto al niño.