La Justicia mendocina avanza en una investigación por una presunta estafa millonaria que habría afectado a al menos tres empresarios locales. El fiscal de Delitos Económicos e Informáticos, Juan Ticheli, imputó esta semana a Carlos Mauro Llopiz, un hombre de 37 años acusado de implementar un esquema Ponzi con el que habría obtenido más de 300.000 dólares mediante falsas inversiones financieras.
Según la investigación, Llopiz se presentaba como comerciante y operador de una empresa de servicios financieros, a través de la cual ofrecía atractentes rendimientos económicos a empresarios y particulares. Sin embargo, los fondos nunca fueron invertidos y el dinero de nuevos aportantes se utilizaba para pagar supuestas "ganancias" a los primeros inversores, en la clásica modalidad de fraude piramidal.
El Ministerio Público Fiscal consideró que existen pruebas suficientes para imputarlo en al menos tres causas independientes, por lo que fue acusado de estafa genérica en tres hechos, todos en concurso real.
Mientras tanto, la fiscalía continúa reuniendo evidencia sobre otras denuncias en trámite, y no se descarta que nuevas víctimas se presenten en los próximos meses. Las autoridades estiman que el número de damnificados podría aumentar, ampliando el monto total del perjuicio económico.
El caso, que sacude al ámbito empresarial mendocino, se suma a una serie de investigaciones recientes por delitos financieros en la provincia. Llopiz quedó formalmente imputado y a disposición de la Justicia mientras continúa el avance de la pesquisa.