PH :Santiago Tagua ED
A pocos días del recambio de autoridades nacionales de la Unión Cívica Radical (UCR), previsto para el 12 de diciembre, el intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez, llamó a "ordenar el partido" antes de discutir nombres o candidaturas. En medio de rumores que lo ubican como uno de los posibles postulantes a presidir la fuerza, el jefe comunal mendocino evitó alimentar especulaciones, aunque admitió que las versiones existen y que lo "honran". Pero insistió: la prioridad es "definir qué radicalismo quiere la Argentina de los próximos años".
Suarez, que gobierna una ciudad administrada por el radicalismo de manera ininterrumpida desde 1983 y que además preside en su persona el Foro Nacional de Intendentes Radicales que cuenta con más de 500 intendentes de todo el país, remarcó que el partido "ha demostrado capacidad de gestión en múltiples provincias", entre ellas Mendoza, donde la UCR conduce desde 2015 con una agenda centrada en equilibrio fiscal, obra pública, desarrollo logístico y apuesta a la minería bajo reglas claras.
Durante la conversación, el intendente hizo una autocrítica severa sobre la situación actual del partido. Según afirmó, la UCR perdió conexión con la ciudadanía en un contexto donde la demanda social es clara: "salir de la pobreza, dejar atrás la crisis y comenzar un camino de crecimiento y desarrollo".
En ese sentido, llamó a encarar una revisión profunda hacia fin de 2025, cuando el partido deberá tomar definiciones estratégicas para poder ofrecer una propuesta "empática, coherente y útil" frente a los desafíos del país.
Suarez también hizo referencia al escenario político nacional y al rol que deberá asumir el radicalismo en el Congreso ante los próximos debates. Con la expectativa de que el gobierno nacional impulse un nuevo paquete de reformas estructurales, señaló que el partido tendrá que decidir su postura colectivamente: "¿Cuál va a ser el rol de los diputados y senadores radicales cuando se pongan sobre la mesa reformas que Argentina necesita?", planteó.
Para el intendente, esa definición forma parte de una discusión mayor: el modelo de radicalismo que se quiere construir y cómo este debe posicionarse hacia 2027, cuando vuelvan a disputarse las presidenciales.
Consultado sobre el rol de Martín Lousteau, actual presidente saliente de la UCR nacional y figura central del sector Evolución, Suarez evitó personalizar las críticas, aunque no esquivó el balance.
Recordó que Lousteau fue elegido para conducir el partido hace dos años con un mensaje claro sobre fortalecer la identidad radical, pero subrayó que los resultados electorales recientes en la Ciudad de Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires y en varias provincias del interior- fueron "muy malos".
Aun así, insistió en que el error histórico del partido es volver siempre a la discusión de figuras: "Si volvemos a hablar de personas, repetimos un error. Primero hay que definir hacia dónde va el radicalismo, cuál es el rumbo y la hoja de ruta".
Para cerrar, Suarez reivindicó la experiencia de gestión como principal activo partidario: "Tenemos intendentes y gobernadores que han demostrado capacidad, eficiencia y equilibrio. El radicalismo que gestiona tiene mucho para aportar a lo que viene en Argentina".




