Un millonario y silencioso golpe delictivo sacudió este domingo al exclusivo barrio privado Club de Campo, en Guaymallén, donde tres viviendas fueron asaltadas durante la madrugada. Los ladrones se llevaron dinero en distintas monedas, joyas de alto valor y un verdadero arsenal, sin dejar rastros de violencia en los accesos.
El hecho ocurrió entre la noche del sábado y las primeras horas del domingo, cuando los propietarios no se encontraban en sus hogares. Según la reconstrucción policial, las familias habían salido entre las 21 y las 22, y regresaron minutos después de las 0.30, momento en el que se toparon con sus casas completamente saqueadas. Lo que más llamó la atención es que ninguna puerta ni ventana presentaba daños, por lo que los investigadores trabajan con la hipótesis de que los ladrones ingresaron utilizando algún método no forzado o con conocimiento previo del sistema de seguridad del barrio.
El botín: dinero, joyas y armas de fuego
Las tres viviendas fueron recorridas una a una por los asaltantes, quienes escaparon con un botín millonario.
De la primera casa sustrajeron $300.000 y 1.000 dólares.
En la segunda, los delincuentes apuntaron a bienes de lujo y se llevaron joyas de oro y relojes de alto valor.
Pero fue en la tercera vivienda donde encontraron el golpe más importante: más de 120.000 dólares, 2 millones de pesos chilenos y cuatro armas de fuego, entre ellas una pistola calibre 22, otra 9 milímetros y dos armas calibre 38.
La suma total del robo todavía se está contabilizando, pero ya se estima que supera ampliamente los valores habituales de hechos similares en barrios privados de Mendoza.
Un barrio con antecedentes de golpes millonarios
El Club de Campo ya había sido escenario de otro robo resonante hace poco más de un año. En aquella oportunidad, una banda ingresó a la vivienda de un productor agrícola y robó de una caja fuerte 8 millones de pesos, dólares, oro, diamantes y documentación personal.
El episodio terminó con un vecino de 63 años baleado en el pie, al advertir movimientos sospechosos cerca de la propiedad asaltada.
Este historial vuelve a poner bajo la lupa los sistemas de vigilancia del complejo, ya que en ambos casos los delincuentes lograron ingresar sin activar alarmas y actuar con tiempo suficiente para revisar minuciosamente las viviendas.
