La ciudad de Sinop, en el estado brasileño de Mato Grosso, volvió a quedar sacudida por un episodio violento ocurrido este miércoles por la mañana. João Ferreira da Silva, un hombre que había recuperado la libertad apenas un día antes tras cumplir veinte años de prisión, fue asesinado frente a una posada mientras caminaba por la vereda.
El ataque quedó registrado por una cámara de seguridad. En el video se observa a dos hombres con el rostro cubierto que se aproximan a Ferreira da Silva, lo empujan y, de inmediato, uno de ellos le dispara en repetidas ocasiones mientras el otro brinda cobertura. Tras los disparos, los agresores escapan rápidamente y la víctima queda tendida en el suelo.
La policía acordonó el área y encontró al menos tres casquillos de bala. Los investigadores trabajan para identificar a los responsables y determinar si existe relación entre el crimen y la reciente salida del hombre de la cárcel.
Ferreira da Silva había sido condenado por el asesinato de Bruno Aparecido dos Santos, un niño de nueve años cuya desaparición en octubre de 2005 desencadenó una intensa búsqueda en la ciudad. De acuerdo con la investigación, el albañil llevó al menor a una obra en construcción, donde lo agredió, abusó y mató antes de enterrar el cuerpo en las cercanías.
Diez días después, fue detenido tras intentar atacar a otro niño. En el lugar donde trabajaba se hallaron elementos que lo vinculaban con el caso, como canicas pertenecientes a la víctima. El acusado confesó el crimen y condujo a las autoridades hasta el sitio donde había ocultado el cuerpo. La indignación social generó disturbios y un intento de linchamiento por parte de cientos de vecinos, lo que obligó a su traslado a Cuiabá. Allí logró escapar, aunque fue recapturado horas más tarde en una terminal de autobuses. Con el paso del tiempo, ante la Justicia, afirmó no recordar si era o no el autor de los hechos.
En 2008 recibió una condena de 42 años de prisión por el asesinato de Bruno y, en un proceso adicional, una sentencia de diez años por un ataque contra otro menor.
La muerte de Ferreira da Silva, ocurrida menos de un día después de su liberación, reabrió heridas y volvió a generar conmoción en Sinop. Las autoridades intentan ahora esclarecer quiénes participaron del ataque y si el homicidio fue un acto de venganza relacionado con el caso que marcó a la comunidad hace casi veinte años.




