La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue intervenida quirúrgicamente este sábado en el Sanatorio Otamendi luego de haber sido trasladada desde su domicilio por un cuadro de fuertes dolores abdominales. Según informó la institución médica a través del primer parte oficial, la ex mandataria evoluciona de manera favorable y no presenta complicaciones postoperatorias.
De acuerdo con el comunicado difundido durante la noche, Cristina Kirchner ingresó al sanatorio con síntomas compatibles con un síndrome apendicular agudo. El diagnóstico fue confirmado mediante los estudios correspondientes, por lo que los profesionales resolvieron realizar una intervención quirúrgica durante la tarde. La cirugía, de carácter laparoscópico, confirmó un cuadro de apendicitis con peritonitis localizada.
El parte médico, firmado por la directora médica del Sanatorio Otamendi, doctora Marisa Lanfranconi, indicó que la paciente se encuentra estable y con buena evolución clínica hasta el momento. Desde el entorno de la ex presidenta señalaron que la operación resultó exitosa y que su recuperación avanza según lo esperado.
El traslado al centro de salud se produjo luego de que médicos acudieran al departamento ubicado en San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, donde Cristina Kirchner cumple prisión domiciliaria tras la condena en la causa conocida como "Vialidad". Tras una primera evaluación en el lugar, los profesionales consideraron necesario derivarla a un establecimiento especializado para la realización de estudios más exhaustivos.
Durante la tarde y la noche del sábado, militantes y seguidores de la ex presidenta se concentraron en las inmediaciones del Sanatorio Otamendi para manifestar su apoyo.
El Sanatorio Otamendi es un centro médico de referencia para la ex mandataria. Allí fue atendida en distintas oportunidades, incluida una intervención quirúrgica en 2021. Además, a lo largo de los últimos años, Cristina Kirchner fue sometida a otras cirugías de relevancia en centros de salud del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Este episodio de salud se da en un contexto judicial complejo. El pasado 10 de junio, la Corte Suprema dejó firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por defraudación al Estado, además de ordenar el decomiso de una suma millonaria. En los últimos días, el máximo tribunal también ratificó la obligación de que la ex presidenta utilice una tobillera electrónica, al rechazar los planteos realizados por su defensa.




