El fenómeno Greta Thunberg y la movilización climática sin precedentes

Viernes, 20 de septiembre de 2019

En una semana con más de 4.000 movilizaciones programadas en 150 países para exigir el fin de las emisiones de dióxido de carbono.

A los 16 años ya no es una niña, pero Greta Thunberg cumple con dos criterios que se asocian con ellos: la persistencia y la claridad. Desde que el 20 de agosto de 2018 se sentó por primera vez en las escaleras del Parlamento sueco, no ha dejado de decir una y otra vez lo mismo: si no actuamos ya, nos encaminamos hacia una catástrofe climática.

Greta Thunberg se ha convertido en un gran icono mediático que retroalimenta el trabajo que llevan años haciendo organizaciones y activistas ecologistas. El resultado de esa combinación cristalizará en los próximos días, con más de 4.000 movilizaciones por el clima programadas en 150 países coincidiendo con la cumbre sobre la crisis climática que comienza el lunes 23 en la sede neoyorquina de Naciones Unidas.

Pese a las promesas hechas durante el Acuerdo de París para limitar a 1,5 grados el calentamiento global, las emisiones globales de dióxido de carbono alcanzaron un nuevo máximo en 2018 y los últimos cinco años han sido los más cálidos desde que hay registros, con incendios, huracanes y olas de calor alcanzando proporciones catastróficas. Esta misma semana, Thunberg se dirigía a los legisladores estadounidenses del Grupo de Trabajo de Cambio Climático en el Senado de EEUU: "No nos inviten para decirnos lo inspiradores que somos mientras siguen sin hacer nada al respecto".

Fridays For Future, el movimiento que ha incorporado a millones de jóvenes de todo el mundo a la huelga semanal de Thunberg, ha cambiado el enfoque para las marchas que comienzan este viernes con una invitación a los adultos para que se sumen. "Durante la Revolución Francesa, las madres salieron a las calles por sus niños. Hoy somos los niños los que estamos peleando por nosotros mismos, con muchos de nuestros padres preocupados por nuestras notas, por una nueva dieta o por lo que pasó en el último capítulo de 'Juego de tronos", dice el comunicado del movimiento firmado por Thunberg. "Ha llegado el momento de que todos ejerzamos una resistencia masiva, ya hemos demostrado que la acción colectiva funciona".

Algunas instituciones ya han recogido el guante. Las autoridades de Nueva York han autorizado a los 1,1 millones de estudiantes de colegios públicos para faltar a clase este viernes. Y muchos sindicatos están invitando a sus miembros a participar, como la Internacional de Servicios Públicos, una federación de sindicatos que representa a 30 millones de trabajadores en 152 países o como el Trade Unions Congress, una confederación de sindicatos británica que agrupa a 5,5 millones de asalariados.

En la página GlobalClimateStrike.Net se puede ver la secuencia de protestas que habrá a lo largo de la semana, con el 20 y el 27 de septiembre como días clave. Caracas, El Cairo, Kuala Lumpur, Maputo, Moscú... De acuerdo con el mapa, prácticamente todos los países del mundo tienen manifestaciones programadas, salvo lugares en conflicto, como Siria; o desesperadamente pobres, como Haití.

En España también hay marchas a partir de este viernes aunque se espera que el gran día sea el 27 de septiembre, cuando está convocada la Huelga Mundial por el Clima. Entre las organizaciones convocantes hay ONG ecologistas, colectivos de escritores y sindicatos como UGT. España fue el país de la Unión Europea que más aumentó sus gases de efecto invernadero entre 1990 y 2015: crecieron un 16,6% mientras en Alemania y en el Reino Unido se reducían, según comunicó la Agencia Europea de Medio Ambiente hace dos años.

De acuerdo con Thunberg, si no estamos haciendo lo suficiente hasta ahora se debe a la falta de información. "La mayoría de la gente es buena", dijo la semana pasada a un periodista de la cadena de televisión estadounidense PBS. "La mayoría de las personas simplemente no se da cuenta de la gravedad de la situación y no siente la urgencia, creo que una vez que nos demos cuenta de que esta crisis es una emergencia, la gente va a poder hacerse cargo de lo que está pasando".

Y es que las consecuencias de la inacción no podrían ser más graves. "En torno al año 2030, una fecha para la que quedan diez años, 252 días y 10 horas, podemos estar en una posición en la que hayamos desatado una reacción en cadena irreversible y fuera de nuestro control que probablemente signifique el final de nuestra civilización tal y como la conocemos", afirmó Thunberg a los miembros del Parlamento británico durante su visita a Westminster el pasado 23 de abril.


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