Cámara de Turismo de San Rafael, el negocio para unos pocos

Martes, 14 de enero de 2020

El apoyo "a dedo" y por intereses particulares de algunas de sus autoridades, sumado a algunos "aprietes", genera malestar dentro del sector turístico local.

El turismo se ha convertido con el tiempo, y hoy es de manera indiscutible, una de las actividades económicas más importantes de San Rafael, que no solo dinamiza la economía local, sino también genera las tan necesarias fuentes de trabajo durante la temporada.

Dentro de los actores involucrados en el sector, está la Cámara de Turismo de San Rafael, conformada por empresas turísticas, emisivo y receptivo, empresas de rafting y turismo, laberinto, hoteles y cabañas, empresas de viajes, camping en diferentes ríos y espejos de agua, entidad que, en la actualidad, es presidida por el empresario Gabriel Bessone.

Sin embargo, desde hace tiempo el malestar dentro del sector viene porque según denuncian algunos prestadores, y socios de la cámara, "la comisión directiva es manejada por unos pocos, que se van rotando y las decisiones las terminan tomando siempre los mismos", defendiendo sus intereses particulares, por encima de los intereses de todos o al menos de la gran mayoría.

Otro punto que genera rispideces desde hace tiempo, es que mientras la Cámara de Turismo pide al municipio y la provincia que pague todos los gastos de la participación en la FiT (Feria Internacional del Turismo), estos costos después se lo terminan cobrando a los prestadores, sumado a que este evento, es siempre manejado por las mismas personas.

Tampoco escapa a la polémica, las presiones realizadas por parte de algunos integrantes de la Cámara a Legisladores para que haya leyes que regularicen a pequeños trabajadores que ponen en alquiler una casa o cabaña para turistas.

Sin embargo, la misma rigidez no existe para varios locales cómo restaurantes, turismo aventura y alojamientos propiedad de alguno de los integrantes y ex integrantes de la Comisión Directiva de la Cámara de Turismo, que están en total irregularidad de papeles, y no entregan ni emiten ticket alguno, evadiendo millones en las actividades turísticas cómo viajes, camping, y rafting, entre otros.

Tampoco escapa de la polémica, el desentendimiento que hace la Cámara de Comercio respecto a los altos precios que se manejan en San Rafael, prácticamente equiparados con los de la Costa Atlántica. Hoy el departamento sureño, se ha convertido en uno de los lugares más caros de la Argentina en materia de alojamiento, restaurant, turismo aventura, e incluso turistas se han quejado por el precio de una gaseosa o una bolsa de hielo, que en lugares como Valle Grande pueden llegar a salir el doble o triple del precio de mercado.

Párrafo aparte merece las presiones realizadas a políticos para generar beneficio para unos pocos, respecto al uso del agua, sobre todo en el Río Atuel, obligando en muchos casos a Irrigación a erogar más caudal del necesario desde el Valle Grande, para que los botes floten bien, o las conocidas presiones al municipio, provincia y nación para que solventen la Fiesta del Turismo, que se limita a un recital, y que paradójicamente no tiene turistas, ya que en el mes de noviembre, la afluencia de visitantes al departamento, es muy baja.